No todo vale para convertirte en un famoso youtuber. El Tribunal Supremo ha confirmado este martes la condena a un joven al que prohibió tener una cuenta en Youtube durante cinco años por humillar en unos de sus vídeos a un mendigo. El youtuber ReSet publicó en 2017 una grabación donde se le veía dar unas galletas rellenas de pasta de dientes en la calle a un sintecho. Después, mientras el hombre vomitaba y temió por su salud, el chico no dejaba de reírse de su 'hazaña'.
Un juzgado de Barcelona condenó en 2019 a ReSet y le prohibió usar Youtube durante cinco años. También fue condenado a quince meses de cárcel y a indemnizar al hombre con 20.000 euros por los daños morales causados por la difusión del vídeo, con el que el condenado ganó 2.180 euros. En ese momento, Reset contaba con 1,1 millones de suscriptores y 124 millones de visualizaciones a los contenidos que publicaba.
Al hombre, la ingesta le provocó vómitos, náuseas, mareos y un golpe emocional muy duro, según recoge la sentencia, además de incrementar su temor a estar en la calle. El joven realizó comentarios vejatorios en el vídeo tras dar al mendigo las galletas con dentífrico. “La verdad es que se siente bien cuando ayudas a una persona”, dijo. También bromeó con la pobreza de su víctima: “Esto le ayudará a limpiarse los dientes, que creo que no se limpiará los dientes en un par de días o desde que se volvió pobre”, dijo. Cuando el vídeo empezó a generar una ola de indignación, el youtuber se ofreció a hacer un vídeo con él pasando una noche en la calle e incluso le ofreció dinero a cambio de su silencio. "Me ofreció 300 euros para que no hablara”, dijo el hombre. La decisión de la sala de lo penal del Tribunal Supremo no ha sido unánime. Tres magistrados han votado en contra de expulsarle de YouTube durante un lustro.
Varios youtubers ya habían criticado a ReSet por la crueldad de sus bromas y su "falta de sentido común". AuronPlay se refirió a él en 2017 como un "payaso" y un "miserable". De hecho, el caso del mendigo no fue la última ocasión en que vejó a personas indefensas o vulnerables. En otra ocasión rellenó pan con excrementos de gato y se lo ofreció a un anciano y un menor, según cuenta la BBC. Afortunadamente, estas víctimas rechazaron el ofrecimiento.